SALMÓN AL HORNO CON COSTRA DE NARANJA Y PARMESANO

Ingredientes

•          4
lomos de salmón fresco

•          40
g de pan rallado

•          15g
de queso parmesano

•          ½
piel de naranja rallada

•          15g
de almendras picadas

•          ½
cebolla tierna

•          Pimienta
negra

•          Jengibre
en polvo

•          50g
de aceite de oliva virgen extra

Preparación

1.     

Precalentar el horno a 210ºC. Untar
con aceite la bandeja de horno y reservar.

2.     

Mezclar en un bol el pan rallado, el
queso parmesano, la piel de la naranja rallada, la almendra picada, la
pimienta, el polvo de jengibre, la cebolla cortada a dados muy pequeños y, para
finalizar, el aceite. La consistencia de la mezcla debe de ser tipo pasta.

3.     

Colocar los lomos de salmón sin las
espinas encima de la bandeja de horno y cubrirlos con la mezcla del bol. Apretar
bien la mezcla encima de los lomos para que no se suelte.

4.     

Introducir el salmón al horno
precalentado durante 15 minutos aproximadamente, el punto de cocción es al
gusto del comensal.

Comentario de tu dietista
nutricionista

Receta muy saludable para afrontar el
decaimiento postvacacional.  El
ingrediente principal de la receta es el salmón, en cuya composición
nutricional encontramos un alto contenido en ácidos grasos omega-3 y en
aminoácidos como el  triptófano, vitamina
D, etc…; todos ellos de gran interés para combatir el estrés.

Cabe destacar el equilibrio entre el
triptófano y los ácidos grasos omega-3 del salmón, que facilitan los procesos
de adaptación de la persona a los cambios de rutinas, combatiendo el
nerviosismo y la ansiedad que supone la vuelta al trabajo tras las vacaciones.

La sugerencia del día

Puedes acompañar el plato con una
ensalada variada y, si prefieres un plato caliente, puedes elaborar una crema
de verduras.

La cocción del salmón va en función de
las preferencias del comensal. En caso de que te guste tomar el salmón crudo,
será necesario retirarlo justo transcurridos los 15 minutos de cocción, una vez
ya veas la costra hecha en la superficie.

Si te gusta comer el salmón crudo, te
aconsejamos congelar el salmón durante dos días antes de su consumo.