DORMIR BIEN

Mon, 01/07/2013 - 00:00
Nutrición y Dietética

Los
alimentos que ingerimos en la cena y las actividades que hacemos antes de
acostarnos condicionan que tengamos facilidad o dificultad para conciliar el
sueño. Está más que documentado que hay nutrientes de los alimentos  que influyen en la calidad del sueño.


Los
alimentos ricos en triptófano como
son los  pescados, las aves, las nueces... fomentan
la síntesis de serotonina, neurotransmisor que propicia  estados de tranquilidad, bienestar y el sueño. Las vitaminas del complejo B  de alimentos como
la levadura de cerveza, el germen de trigo, las legumbres, los huevos,  los pescados, verduras de hoja verde, frutas..,  regulan múltiples funciones relacionadas con
el sistema nervioso y, entre ellas, facilitar un sueño reparador.  


No
debemos de olvidar el calcio que lo
encontramos en: los higos secos, el sésamo, el tahin, las algas, la raspa de
las sardinas o boquerones, los frutos secos  y los lácteos biológicos y bebidas vegetales
enriquecidas en calcio; este mineral interviene en la correcta transmisión del
impulso nervioso; otros minerales como el cinc
y el magnesio
que los encontramos en los vegetales, en la cascara de los
cereales, los frutos secos, las semillas... actúan como relajantes de la musculatura lisa y del
músculo que recubre la pared arterial y venosa, propiciando estados de
relajación. Los ácidos grasos  w3 del pescado azul, las semillas de lino,
las algas y las nueces,  se indica, entre
muchas otras cosas, para la correcta transmisión neuronal y por su acción
antiinflamatoria donde se incrementa su demanda en situaciones de estrés y
ansiedad.


Muchos
problemas de estrés y ansiedad tienen su origen en la falta de calidad y
cantidad de horas de  sueño y viceversa.


A continuación te detallamos una serie de
hábitos dietéticos y estilos de vida que van a favorecer el descanso nocturno y
otros que debes de evitar porque alteraran  el correcto descanso
nocturno. 

 Hábitos dietéticos para...

Ayudar al descanso nocturno

Cenar alimentos que proporcionen sustancias nutritivas con acción relajante, como son: el  triptófano, el cinc, el magnesio, el calcio, los ácidos grasos w3, las vitaminas del complejo B...

En tu cena siempre debe haber:

Verduras: espinacas, acelgas, brócoli, lechuga, cogollos,
endivias, tomate, cebolla, judías verdes.

 

Carbohidratos de absorción lenta: arroz, pasta  pan integral, quínoa, amaranto, patata,
moniato mezclados con la verdura.

Proporcionan glucosa de forma constante que va disminuyendo conforme
pasa la noche.

 

Proteínas magras: pechuga o muslo de pollo o
pavo, pescado blanco (merluza, dorada, rape...) o azul (salmón, atún, sardinas,
caballa, anchovas...), huevos.

Soja y
sus derivados (tofu, crema de soja, hamburguesas vegetales)

Nos proporcionan cofactores (triptófano, calcio, vitaminas del grupo
B) que  facilitan conciliar el sueño
.

 

Frutas secas y semillas: nueces, pipas de girasol,
sésamo. Como postre o mezcladas los platos de la cena.

Nos proporcionan magnesio, calcio, ácidos grasos esenciales...

 

Frutas frescas y disecadas: banana, kiwi, ciruelas,
aguacate, papaya, dátiles, higos secos, arándanos,  cerezas o zumo de
cereza.

 

Otros: bebida de avena enriquecida en calcio,
leche de cabra, oveja o  derivados, tahin
(untar una rebanada de pan tostado con tahin y rodajas de tomate).

Nos proporcionan calcio, magnesio.

 

No
beber muchos líquidos antes de acostarse, para evitar levantarse para ir al
baño.

 

Tecnologías culinarias suaves: vapor, plancha, hervido...

 Perjudicar al descanso nocturno

Sustancias excitantes:
el café, el té, el mate,  el guaraná, el chocolate y el alcohol.

Estimulan las conexiones nerviosas y estados de alerta.

 

Carbohidratos de absorción rápida: azúcar blanca, chucherías,
cereales refinados, cereales  con leche,
azúcar añadido y cacao.

Proporcionan energía de forma muy rápida, nos activan, y dificulta el
proceso de conciliar el sueño.

 

Proteínas con mucha grasas: embutidos,  chorizo, morcilla, salami, paté, sobrasada,
quesos grasos, carne de cerdo, de ternera...

Crean digestiones lentas y pesadas, favorecen el reflujo y la acidez. Las carnes rojas potencian la
síntesis de tirosina y fenilalanina, estos inducen a la síntesis de
catecolaminas ( adrenalina y noradrenalina) que inducen a la vigilia y al
estado de alerta.

 

Frutas: frutas disecadas con azúcar, macedonias de
frutas a las que se les ha añadido azúcar blanco, frutos secos "garrapiñados"
fritos y con azúcar.

Proporcionan
energía de forma muy rápida y dificulta el proceso de conciliar el sueño.

 

Otros: platos muy grasos y salados, tipo  pizzas, sopas,  purés comerciales, aperitivos salados tipo xips, galletas saladas y fritas,
frutas secas con sal... en general  todas
las comidas precocinadas.

 

Crean digestiones lentas y el exceso de sal le hará beber más y deberá
ir al baño más a menudo entorpeciendo su sueño.

 

Tecnologías culinarias que precisen de mucha grasa: fritos, rebozados,
salsas...

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