EL VALOR DEPURATIVO DE LAS CEREZAS

Las cerezas son frutas que proceden del árbol del cerezo (Prunus avium L.), que es un árbol de la familia de las Rosáceas que alcanza hasta 20 m de altura. El fruto es una drupa de unos 2 cm de diámetro cuyo color oscila desde el rojo claro hasta el morado oscuro.

¿Qué propiedades nutricionales tienen?

Esta es una fruta curiosa, no hay ningún nutriente que destaque más que otro, pero lo que más sorprende es que aporta todos los nutrientes necesarios para tener salud; vitaminas la A, C  y E, así como todos los minerales y oligoelementos: calcio, fósforo, magnesio, hierro, sodio, potasio (el más abundante), cinc, cobre y manganeso.

Todos ellos en cantidades muy pequeñas, a excepción de la vitamina B12. Pocas frutas, por no decir la única, podríamos encontrar con este perfil nutricional tan completo. De los macronutrientes, destacamos: el 14% de los azúcares son fructosa, en cuanto a grasas y proteína, alcanzan un máximo del 1%, composición similar a otras frutas.

Además, las cerezas contienen otras sustancias no nutritivas pero con fines de gran interés para mantener la salud, como son: los ácidos orgánicos, la fibra vegetal, los flavonoides y el ácido salicílico.

• Ácidos orgánicos: málico, succínico y cítrico que actúan como estimulantes de las glándulas digestivas y como depurativos de la sangre.
• Fibra vegetal del tipo soluble, formada en su mayor parte por pectina. Con 100g de cereza se obtiene el 10% de las cantidades diarias de recomendadas de fibra vegetal. Esto explica su suave efecto laxante e hipolipemiante.
• Flavonoides: le otorgan propiedades diuréticas, antioxidantes y anticancerígenas.
• Ácido salicílico: precursor de la conocida aspirina, de acción antiinflamatoria y antirreumática. Está presente en unas cantidades muy pequeñas de unos 2mg/kg de cereza, pero suficiente para hacer notar sus efectos.

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