Alimentos antiinflamatorios beneficiosos para el sistema osteoarticular y alimentos a evitar.

Mon, 17/09/2018 - 11:34
Nutrición y Dietética

El conjunto de alimentos que forman parte de la dieta Mediterránea ingeridos de forma variada, equilibrada y en las cantidades apropiadas según: la edad, situación fisiológica y estilo de vida; van a propiciar un estado antinflamatorio en el organismo, estado ideal para prevenir algunas patologías osteoarticulares.

El estilo de dieta Mediterránea, se basa en potenciar la ingesta de alimentos con acción antiinflamatoria (frutas, verduras, aceite de oliva, legumbres, pescado, nueces y semillas).

En este artículo proporcionamos un listado de alimentos beneficiosos y otro listado de alimentos a evitar para prevenir la inflamación.

Los alimentos beneficiosos ayudan a combatir la inflamación del organismo, de lo contrario, los alimentos a evitar, proporcionan un estado de inflamación potenciando ciertas patologías, entre ellas: las osteoarticulares, las cardiovasculares....

Alimentos beneficiosos

Aceite de oliva virgen extra, aceite de prímula o borraja.

Aceite de pescado DHA

Frutos secos: almendras, avellanas, nueces…todos ellos sin tostar.

Semillas: chía, lino, sésamo, girasol, todas ellas sin tostar.

Verduras: brócoli, Kale, coles de Bruselas, col, ajo, cebolla, zanahorias, espinacas, acelgas, guisantes, etcétera.

Hortalizas: lechuga, escarola, rúcula, canónigos, pimiento rojo, remolacha y verde, etcétera.

Frutas frescas o congeladas (1): bayas (frambuesa, arándanos, fresas y moras), aguacate.

Frutas frescas de temporada: puede consumir todas las frutas que sean de temporada, procurar comprarlas de proximidad, para asegurar que hayan madurado en el árbol.

Cereales**: amaranto, cebada, trigo, arroz integral, alforfón, bulgur, mijo, quinoa, sorgo, centeno, avena integral, trigo integral.

Pescado azul: salmón, sardinas, caballa, atún, boquerón.

Legumbres: soja, garbanzos, lentejas… legumbres germinadas.

Especies: cúrcuma, jengibre, ajo y cebolla.

Tecnologías culinarias: vapor, plancha, asado, papillote.

 

Alimentos a evitar

Azúcar y derivados: azúcar blanco, golosinas, mermeladas, jaleas, miel…

Bollería y pastelería: pan de molde, pan de bollo, donuts, galletas, helados, cremas pasteleras.

Postres lácteos: natillas, flanes, cremas, yogures con sabores, yogures líquidos con azúcar…

Grasas saturadas y trans: embutidos (chorizo, morcilla, sobrasada), abusar de las carnes como la ternera, el cerdo, el cordero, quesos curados.

Productos precocinados elaborados por la industria alimentaria: sopas, cremas, empanados, salsas…

Bebidas azucaradas: “Fanta”, limonada, “coca cola”, “Nestea”.

Alcohol: vino, cerveza…

Tecnologías culinarias: frituras, sofritos.

 

 

(1) Frutas congeladas y valor nutritivo: datos extraídos del departamento de agricultura de los Estados Unidos contrastados con datos publicados por expertos de la Universidad de California concluyen que: las frutas y verduras que se han recolectado maduras del árbol y luego se han congelado de forma rápida conservan sus nutrientes, su sabor y su color, hasta pueden contener mayor cantidad de nutrientes que las frutas y verduras recolectadas antes de su maduración, que maduran durante el transporte.

(2) Hay muchas teorías que recomiendan evitar los cereales en las dietas antiinflamatorias, un ejemplo de ello sería la dieta Paleo. Esta creencia se basa en que los cereales contienen lectinas (proteínas que se encuentran en los cereales). Algunas investigaciones sugieren que las lectinas se acoplan a los receptores específicos de carbohidratos en las células de sistema inmunológico, los linfocitos, desencadenando una respuesta inflamatoria, este es el motivo por el que se eliminan de sus dietas.

Las investigaciones realizadas, no demuestran relación con la inflamación si se consumen cereales de grano entero, o sea cereales integrales. Además, cabe destacar el aporte de nutrientes en la dieta diaria, como son : los antioxidantes que protegen el daño celular, las vitaminas del complejo B, el elevado contenido en fibra que evita la absorción del colesterol LDL, el “malo”. Además, los cereales integrales ayudan a mantener el buen equilibrio de la flora bacteriana.

 

Fuentes consultadas

www.arthriris.org

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